París: Oh lá lá! - 5 días

Ver a París desde el avión da miedo, es una ciudad enorme con cientos de calles para perderte.  Me sentí turista por primera vez desde que llegué a Europa. Tuve un choque cultural y de sensaciones cruzadas. Me encantaba caminar por París, pero nunca dejé de sentir esa sensación de que me estaban persiguiendo, de que alguien quería robarme o hacerme daño. Será que París es una ciudad idealizada, muy vendida y sobre-vendida como lo más lindo de Europa. Y yo llegué (encima en Semana Santa) para romper con esos discursos. 

París es una ciudad inmensa, llena de diversidad cultural y de múltiples opciones para el entretenimiento. París es precioso, tiene un no-sé-qué en el aire que te ablanda. Quizás por eso me sentía insegura a cada paso: estaba ablandada. Las flores, los parques inmensos, los edificios con esa arquitectura particular, los faroles, el Río Sena como protagonista de cada suspiro, los candados en los puentes, la majestuosidad de Notre Dame, la Torre Eiffel como reina y señora de la ciudad…

Nada se compara a París. Acá no se respira amor como todos piensan, se respira arte, historia, historias. Historias de gente común que sale de su trabajo y se sienta en el parque a comer una baguette al mismo tiempo que observa la Torre Eiffel, símbolo de la Revolución Industrial. Historias de unos recién casados que pasaron por Notre Dame a bendecirse con su agua bendita sin saber que esa Catedral se terminó de construir en 1345 (¡hace 672 años!). Historias de una pareja que vino desde el otro lado del mundo sólo para colgar su candado en el Puente de las Artes. Historias de un grupo de amigos que decidieron pasar su mañana recorriendo Montmartre, el barrio de los artistas. París no enamora, encanta con sus relatos en cada rincón de la ciudad. No vamos a buscar amor, vamos a crear nuestra propia historia y a tirarla en un rinconcito para que brille con todas las otras, para que el esplendor de la capital francesa no se apague nunca. Y así transparente, con sus pro y contras, es como me gusta ver a las ciudades.

Oh lá lá, bonjour París!

DÍA UNO
Aterricé en el aeropuerto Orly. ¿Cómo llegué hasta Montmartre? Misterio. En otro post lo detallo.

Hostel elegido: Le Montclair Montmartre. No era el hostel más lindo del mundo pero era aceptable. Lo pagué muy barato en comparación con otros hostels de la misma categoría.

Llegué a eso de las 17 hs. así que no había mucho para ver:

• Montmartre
• Sacre Couer
• Moulin Rouge

Montmartre desde una callecita lateral. No siempre miren las cosas desde un solo ángulo.

DÍA DOS

El día que me recibí de caminadora furiosa oficialmente.

• Museo de Louvre
• Jardin des Tuileries
• Arc de triomphe du Carrousel
• Place de la Concorde
• Champs-Elysées
• Arc de Triomphe
• Trocadero
• Torre Eiffel
• Champ de Mar

Aunque sea caro, compren algo en el bar del museo para salir al balcón tener esta vista.

DÍA TRES

Nunca pensé que fuera tan grande: Versalles.

Lo mejor de Versalles son sus jardines, vale totalmente la pena ir a conocerlos. Incluso supera al Louvre (es solo una opinión personal) en magnificencia, elegancia. ¿La corte de aquel entonces se habrá imaginado que, tantos siglos después, ese lugar iba a estar invadido por turistas? ¿Habrán pensando en algún momento la importancia de lo que estaban viviendo?

Vista de los jardines desde adentro del Palacio.

DÍA CUATRO
La parte "cheta" de París.

• Barrio Le Marais 
• Place des Vosges 
• Maison de Victor Hugo 
• Le Centre Pompidou 
• Ópera de París 
• Lafayette 

Un detalle de la fachada de la Ópera de París.

DÍA CINCO
El último día para caminar una de las ciudades más grandes de Europa y el mundo.

• Catedral de Notre Dame
• Panthéon
• Jardines de Luxemburgo
• Champ de Mars
• Torre Eiffel (y comer un crepe)

Un detalle de Notre Dame.

¡Agarrá viaje! // Consultas: agarraviaje.cba@gmail.com o dejá un comentario!

Comparto mi itinerario de Europa: Agarrá Viaje a Europa

Próximamente: itinerario al Sudeste Asiático.